Antonio Jaén, estudiante de la Maestría en Ciencias de la Ingeniería Mecánica, en la Facultad de Ingeniería Mecánica de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), desarrolló un exosqueleto de mano que se acciona a través de la imaginación del movimiento, como parte del proyecto que le correspondió trabajar en una pasantía internacional, en la Universidad de Mälardalen, Suecia, gracias a la convocatoria de Movilidad Internacional, que promovió la Dirección de Relaciones Internacionales de la UTP, en el 2020, a la que aplicó y fue seleccionado.
Relata Jaén que la Universidad de Mälardalen, en los últimos años, ha desarrollado Estudios con Sensores de Electroencefalografía (EEG), en el área de la Imaginación de Movimiento (MI) para pacientes con daños cerebrovasculares y que, para extender estos proyectos, se planea realizar estudios a través de tratamientos fisioterapéuticos en donde se evalúe la efectividad de la imaginación del movimiento en la recuperación de las funciones motoras.
Cuando se presentó a la Universidad de Mälardalen, aprovechando su formación en Ciencias de la Ingeniería Mecánica, se le propuso el desarrollo de un exosqueleto de mano que se acciona a través de la imaginación del movimiento.
Manifestó el estudiante que es un proyecto, que beneficia directamente al sector de la salud, específicamente en la recuperación de pacientes con funciones motoras deterioradas. Los procesos de rehabilitación se llevan a cabo para recuperar funciones que por diversas razones se han perdido en sentidos físicos, psicológicos y sociales.
“En el caso de aquellos pacientes que han sufrido de algún tipo de derrame cerebral, la Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que la mayoría de ellos y sus familiares son quienes deben lidiar con aquellas acciones que permitan la rehabilitación, ya que la infraestructuras y servicios asociados no cumplen actualmente con un sistema robusto. Es por ello que, dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se encuentra la Acción de la OMS de Rehabilitación 2030, que busca integrar la rehabilitación como una parte integral de los sistemas universales de salud”, explicó el joven Jaén.
Jaén estuvo en Suecia del 23 de enero hasta el 17 de junio de 2021, pero para llegar allí tuvo algunos contratiempos generados por la coyuntura que vivimos con la pandemia por Covid 19.
Permaneció en Turquía durante una semana, ya que, en el Aeropuerto Internacional de Estambul, de forma arbitraria, se le negó el transbordo al último vuelo de su itinerario hacia Suecia, a pesar de que su estatus migratorio le permitía entrar al país. Debido a esta situación, se puso en contacto con las embajadas de Panamá, tanto en Turquía como en Suecia, así como la Embajada de Suecia en Guatemala, bajo la cual está la jurisdicción de los ciudadanos panameños y con quien realizó sus trámites.
Cuenta el estudiante que tuvo la fortuna de contactar al Embajador de Panamá en Suecia, el Ing. Andrés Gregorio Núñez, quien fue embajador en Turquía y le aseguró que no debía tener problemas para entrar a Suecia.
Después del acontecimiento en Turquía, el Embajador Núñez mantuvo contacto Jaén, quien le habló sobre su proyecto. Debido al interés que mostró el embajador Núñez en el tema, el estudiante solicitó permiso al laboratorio en el que desarrollaba su pasantía, para que le presentaran los proyectos al Embajador entre la UTP y la Universidad de Mälardalen.
Para Antonio esta experiencia internacional tuvo, al principio, sinsabores por todas las dificultades que se le presentaron, especialmente cuando quedó varado en Turquía, un país con un idioma distinto y en donde fue complicado comunicarse, sumado al temor de ser un territorio con la tasa más alta de contagio por COVID-19 en el mundo, en ese momento. Sin embargo, puso a prueba su ingenio y creatividad para resolver y salir adelante y lo logró.
Después de haber llegado a Suecia la experiencia fue muy positiva, ya que su pasantía le ofreció la oportunidad de ampliar sus horizontes profesionales y académicos. Tuvo la oportunidad de aprender sobre la formación de estudiantes en Suecia, sobre la percepción de los estudiantes acerca del mercado laboral de su país y de establecer contactos valiosos.
Antonio considera que una pasantía de investigación es una experiencia valiosa y enriquecedora porque permite conocer y aprender cómo se trabaja la investigación en otras instituciones.
Luego de todas estas vivencias, Antonio recomienda que, en estos tiempos de pandemia, realizar una pasantía es una decisión arriesgada y que es importante tomar en cuenta muchos factores y precauciones ante las posibilidades de contagiarse de COVID 19, que se debe conocer sobre las regulaciones migratorias que están en constante cambio en el país de destino y en las escalas.
Agregó también, que es importante asegurarse de estar preparados económicamente para cualquier percance que pueda ocurrir y contar con recursos suficientes para cubrir imprevistos como los que él afrontó.
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